Crimepod Puerto Rico
Crimepod Puerto Rico reseña las historias de crimen que conmocionaron al pueblo de Puerto Rico.
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Depredadores Sexuales
Uno de los peores problemas sociales en Puerto Rico es al abuso sexual. La inmensa mayoría de las víctimas de agresión sexual en Puerto Rico son mujeres y niñas. Buscando información para realizar este episodio me di cuenta de que no sabía cuán grave era esta situación en nuestro país, sobre todo me sorprendió el hecho de que probablemente tengamos una cantidad preocupante de violadores en serie rondando nuestras calles, buscando su próxima víctima.
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Música de fondo: 'Sustain Light 8', 'Dreams Never Die' by Daniel Birch
Fuentes de información:
Cuidado con el violador en serie - Primera Hora
Preocupados los ciudadanos por posible violador en serie en San Juan - WAPA.tv - Noticias - Videos
Sigue por la libre el violador en serie de Isla Verde - Primera Hora
Lo arrestan y confiesa sus fechorías - WAPA.tv - Noticias - Videos
Sentencian a 201 años de cárcel a violador en serie – Telemundo Puerto Rico (telemundopr.com)
Mujeres en Puerto Rico: ¡Violadores en SERIE siguen sueltos! (mujeresenpr.blogspot.com)
Por la libre un violador en serie | Gobierno | elvocero.com
https://www.courtlistener.com/opinion/4535463/united-states-v-cruz-rivera/?q=cites%3A(199922)
Vecinos arrestan a violador de Florida - YouTube
https://www.youtube.com/watch?v=NXlZgSoz4AM
https://www.youtube.com/watch?v=2bjlb-6E44A
https://www.youtube.com/watch?v=8GK8vvJ1_E4
Advertencia el siguiente episodio contiene información explícita sobre violencia sexual.
Saludos espero que se encuentren bien, uno de los peores problemas sociales en Puerto Rico, como en tantos otros países, es al abuso sexual. La inmensa mayoría de las víctimas de agresión sexual en Puerto Rico son mujeres y niñas.
Según varios estudios realizados entre el 2016 y el 2017 por el sistema de vigilancia de factores de riesgo conductuales del CDC, aproximadamente 70.000 adultos y 14.000 menores de edad en Puerto Rico sufrieron algún tipo de acto de violencia sexual en un momento de sus vidas. Entre el 2017 y el 2018 el Departamento de La Familia atendió cerca de 700 casos de abuso sexual a menores de edad.
Según reporta el Centro de ayuda a víctimas de violación en Puerto Rico basado en un estudio realizado por un comité del CDC unas 5,900 personas reportaron ser víctimas de agresión sexual y 154,919 personas reportaron ser víctimas de algún intento de agresión sexual. Gracias a los registros de las salas de emergencias se conoce que el 79% de las víctimas que llegan para recibir atención médica por abuso sexual son menores de 18 años.
Buscando información para realizar este episodio me di cuenta de que no sabía cuán grave era esta situación en nuestro país, sobre todo me sorprendió el hecho de que probablemente tengamos una cantidad preocupante de violadores en serie rondando nuestras calles, buscando su próxima víctima.
Entre el 2006 y el 2007 ocurrieron unos siete casos de agresión sexual en el área de Isla Verde y en otras playas del pueblo de Carolina. Se cree que estas agresiones fueron hechas por un violador en serie. Algunos especialistas del Instituto de Ciencias Forenses le pusieron el nombre de El Violador Playa a este violador en serie. Aunque la policía tenía bocetos del individuo y el instituto de Ciencias Forenses tenía su perfil genético, el agresor no pudo ser identificado cuando se comparó su ADN con el Banco de Datos de ADN de Puerto Rico.
A este violador en serie sin identificar se le radicaron cargos en ausencia para que los delitos en su contra no prescribieran y así poder capturarlo en el futuro.
Según la investigación de este caso el agresor normalmente atacaba en las mañanas o en las tardes a mujeres que corrían o se ejercitaban por la playa.
Para poder atrapar a este individuo la policía necesita que su perfil genético llegue al banco de datos del Instituto de Ciencias Forenses. Con toda probabilidad será necesario que cometa algún delito nuevamente y que cometa algún error que logre que pueda ser identificado y arrestado.
Una madrugada de noviembre en el 2008 una estudiante de la Universidad de Puerto Rico fue agredida sexualmente en su hospedaje ubicado en Río Piedras, por un aparente violador en serie.
A eso de las 4:30 de la mañana mientras la joven de 19 años dormía en su habitación, la cual compartía con otra estudiante de su misma edad, fue despertada abruptamente al ser alumbrada por la luz de una potente linterna, inmediatamente un hombre desconocido le apuntó con un arma y le dijo;
“Si gritas voy a matar a tu amiga”
Sin embargo, la joven no le hizo caso y gritó despertando a su compañera de habitación. El hombre les pidió dinero y ellas le dijeron que se llevara sus carteras, pero que por favor se fuera de su apartamento.
El asaltante las obligó a ponerse de rodillas frente a la cama, tapó sus rostros con cinta adhesiva, les amarró los pies y las manos y les cortó la ropa con un cuchillo.
El sujeto les dijo a las jóvenes:
“Éste es mi trabajo, a mí nunca me van a coger”
Luego las acostó en la cama y les dijo que no se iba a ir de la casa sin tener relaciones sexuales con una de ellas. El violador seleccionó a su víctima, la golpeó en la cabeza y en el rostro con la culata de su arma y comenzó a abusar sexualmente de ella.
Luego de terminar su ataque el violador cortó el amarre de las muñecas de una de las jóvenes
y les dijo mientras se iba;
“Yo no quería hacerles daño, que dios las bendiga”.
Además del terrible acto el violador también se llevó el dinero de las víctimas, un teléfono celular y una laptop.
Tan pronto las víctimas se dieron cuenta de que estaban fuera de peligro salieron de su hospedaje y pidieron ayuda a sus vecinos, quienes llamaron a la Policía.
La policía de Puerto Rico tenía conocimiento de que había un violador atacando estudiantes.
Según se reporta esta joven había sido la cuarta víctima de un violador en serie que desde julio había abusado de al menos otras 3 estudiantes universitarias de entre 19 y 23 años. El modus operandi del sujeto era el mismo, todas fueron atacadas de madrugada en sus hospedajes en el área de Río Piedras y Hato Rey.
La División de Delitos Sexuales de San Juan creó un perfil de este violador. Según su perfil el hombre es agresivo, pero a veces trata de ser amable. En ese momento tenía entre 20 a 30 años, aunque no es gordo es “barrigón”, tiene la cara redonda, es de tez trigueña clara y mide entre 5’ 7” a 5’ 9” de estatura. Algunas de las víctimas indicaron que el individuo utilizaba pantalones deportivos con zapatos negros de vestir.
Sin embargo, no se pudo realizar un retrato hablado del violador ya que como parte de sus precauciones él cubría los ojos de sus víctimas para que no lo pudieran identificar.
Este violador planificaba bien sus ataques y luego recogía toda la evidencia, incluyendo los candados que rompía y los condones que utilizaba.
Según el testimonio de algunas de sus víctimas durante la violación él las amenazaba de muerte diciéndoles que no gritaran, pero no era por miedo a ser atrapado, sino porque sus gritos hacían que perdiera su erección.
El violador también golpeaba a sus víctimas al comenzar el ataque y antes de irse les pedía perdón por lo que hizo.
En algunos casos tomó fotos con las cámaras de las víctimas mientras las violaba y en dos casos hizo comentarios para dar a entender a las víctimas que era policía.
La policía identificó varios casos con el mismo modus operandi de este violador
El primer caso ocurrió el 29 de julio en la urbanización Hyde Park de Río Piedras. El violador atacó a una estudiante de 19 años de la Universidad Politécnica. Luego de su ataque le robó el celular, su dinero, un iPod y una laptop.
El 23 de agosto atacó a una estudiante del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR en la urbanización Reparto Metropolitano de Río Piedras. Al abandonar el lugar le robó su laptop, las tarjetas de crédito y su teléfono celular.
El 14 de septiembre, atacó a otra estudiante de la UPR de 22 años, quien fue sorprendida mientras se calentaba una pizza en su residencia de la urbanización El Vedado, en Hato Rey,
Esta joven le dijo a la policía que el sujeto le permitió contestar una llamada telefónica mientras la tenía encañonada con su arma. El violador permaneció en su casa desde las 2:30 hasta casi las 6 de la madrugada. Luego de abusar de la joven en varias ocasiones, antes de irse, el violador se comió la pizza que la joven había calentado.
En estos 3 casos las víctimas tenían compañeras de apartamento, pero las mismas no estaban presentes al momento del ataque.
Según la información que pude obtener estos casos siguen sin resolver.
En agosto del 2009 se pensaba que había una ganga de violadores que operaba en el área de Carolina. Los ataques realizados por estos individuos ocurrieron en Brisas de Escorial en donde una mujer fue violada el 11 de julio y en Altos de Escorial en donde violaron a otra mujer el 18 de julio de ese año. Los agentes investigadores y la directora del instituto de ciencias forenses entendían que se trataba de un trio de violadores en serie, aunque se llegó a pensar que podía ser más de 3 los atacantes. Durante la investigación forense de estos eventos se realizaron análisis de ADN de cinco casos de violación ocurridos en los complejos de vivienda Brisas de Escorial, Altos de Escorial, La Ciudadela en Guaynabo, Vistas del Río en Trujillo Alto y la urbanización Lomas de Luquillo. Algunos de estos casos ocurrieron a mediados del 2008.
Según los análisis forenses el material genético recopilado en Altos de Escorial era idéntico al de Brisas de Escorial. La evidencia recopilada en Altos de escorial se obtuvo de un rape kit realizado a la víctima y en Altos de Escorial se obtuvo material genético del semen dejado por el violador en la ropa de cama de la víctima.
Al principio de la investigación la policía llevó a 11 sospechosos de violación para que se les hicieran pruebas de ADN, pero ninguna era compatible con los cinco casos que se estaban investigando.
En todas estas escenas se pudo recopilar material genético tanto de las víctimas como del o los violadores y en uno de los análisis se pudo obtener por fin un pareo con un posible sospechoso.
En la madrugada del 18 de abril del 2011 se arrestó a Efraín González de 33 años conocido como 'Chewi' gracias a una llamada anónima. Efraín González fue arrestado mientras viajaba en un auto acompañado de otro sujeto por la carretera 181 en el barrio Celada Arriba de Gurabo.
Cuando los agentes lo pusieron bajo arresto se percataron de que tenía guantes puestos lo que se podía dar a entender que acababa de cometer un delito o que iba de camino a cometerlo.
Efraín González fue acusado de violencia doméstica, agresión sexual, violación a la Ley de Armas, escalamiento, robo domiciliario y fue vinculado a los casos de violaciones en Brisas de Escorial y en Altos de Escorial en Carolina mediante análisis de ADN. También se le acusó por otro caso ocurrido en Jardines de Montehiedra.
Además del arresto de Efraín González se encontró causa para arrestos por faltas de escalamiento y Ley de Armas contra los dos menores de 15 y 17 años que completaban el supuesto trío de violadores, sin embargo solo se acusó a Efraín por las violaciones.
El modus operandi de Efraín González era entrar en apartamentos aislados a través de puertas corredizas o ventanas de guillotina. En algunos de los casos, neutralizaba a las personas que se encontraban en los apartamentos amarrando sus brazos y piernas y abusaba de sus víctimas en presencia de sus parejas.
La policía realizó un allanamiento en la casa de Efraín González y encontró un gran número de artículos que pertenecían a las víctimas de violación.
Efraín González se declaró culpable y fue sentenciado a 68 años de cárcel.
En julio del 2015 Carlos Cruz Rivera de 42 años, mejor conocido como Cano Lloréns fue acusado en el tribunal federal de dos cargos de robo de auto y varios cargos por uso de armas de fuego para cometer un robo.
Según la investigación Carlos Cruz fue detenido por agentes de la Policía de Puerto Rico debido a una investigación que estaban haciendo en relación a varias violaciones, secuestros y robos de autos ocurridos entre los meses de mayo y julio del 2015.
El 30 de junio del 2015, a eso de las 9:30 de la noche Carlos Cruz secuestró a una mujer en su casa en el área de Santurce. Al salir de su casa la mujer sintió un objeto presionado en su espalda y al voltearse vio al agresor sosteniendo un revólver plateado en su mano. Carlos Cruz le ordenó que se moviera al asiento del pasajero de su vehículo y luego condujo hasta un banco en el área de Isla Verde. Mientras iban de camino la mujer le preguntó a Carlos para dónde iban y le dijo que tenía miedo de ser violada porque tenía 6 meses de embarazo. Carlos se limitó a decirle que iban para un sitio y que no se preocupara de los detalles. Al llegar al banco, Carlos tomó la tarjeta de débito de la víctima y retiró $ 500 en efectivo. Debido a esto su rostro quedó grabado por las cámaras del autobanco.
Luego de salir del banco condujo hasta una zona apartada en Villa Palmera, detuvo el auto y comenzó a cometer actos lascivos contra la mujer quien suplicaba que no la violara. Entonces Carlos se bajó del auto y abandonó la zona caminando.
El 11 de julio de ese mismo año, Carlos Cruz realizó otro robo de autos en el área de Santurce aproximadamente a las 11:00 de la noche. Su víctima esta vez era una mujer que se detuvo en la estación de gasolina Shell que queda en la esquina de calle Loíza y la calle San Jorge. Carlos se le acercó y le dijo que era un asalto. Luego le apuntó con una pistola negra y le ordenó que abriera la puerta del lado del pasajero de su auto.
Después que la mujer abrió la puerta, Carlos le dijo que se dirigiera hasta el mismo banco de la zona de Isla Verde a donde había llevado a la otra víctima. Al llegar al Banco Carlos le puso la pistola en el costado de la mujer y le dijo que retirara $60 del cajero automático. La mujer hizo exactamente lo que le pidió Carlos entonces él tomó el dinero y le dijo que se dirigiera a la misma zona apartada en Villa Palmera en la que había atacado a su otra víctima. Al llegar al lugar Carlos le dijo que detuviera el auto y se bajó. Se supo más adelante durante la investigación que su casa estaba a poca distancia del lugar.
Varios días más tarde Carlos Cruz fue detenido en un Apartamento del residencial Luis Llorens Torres. Los agentes de la policía le ocuparon una pistola Glock 22 negra calibre .40 con tres cargadores. Ambas víctimas lograron identificar positivamente a Carlos Cruz Rivera en una rueda de detenidos o line-up como se le conoce comúnmente.
En octubre del 2016 Carlos Cruz fue encontrado culpable por un jurado compuesto de 6 mujeres y 6 hombres por varios delitos federales de robo de auto y posesión de armas de fuego. Según la información que pude encontrar sobre este caso, aunque Carlos estaba imputado de varias agresiones sexuales ocurridas en San Juan y Carolina a nivel estatal solamente cumple cárcel por los delitos federales por los que fue convicto. Según el negociado federal de prisiones se encuentra en la penitenciaría federal de Tucson en el estado de Arizona y su fecha de salida es el 9 de septiembre del 2079.
El último caso del que les voy a hablar hoy ocurrió en el 2017. Waldemar Martínez Ortiz de 37 años, quien había salido de la cárcel unos meses antes luego de cumplir una sentencia de 18 años por un caso de agresión sexual, se encontró de madrugada con una pareja de novios que hablaban frente a un apartamento de la urbanización Forest Hills y los obligó a entrar a la casa apuntándoles con una pistola que luego se supo era falsa.
Al entrar al apartamento otro joven que estaba en la vivienda se le tiró encima y entre todos lograron desarmarlo y le dieron una paliza de tal magnitud que le tuvieron que tomar más de 60 puntos de sutura en la cabeza y en la frente.
Después de inmovilizar a Waldemar los jóvenes llamaron a la policía y le contaron todo lo que había sucedido.
Luego de su arresto Waldemar Martínez fue acusado por varios robos domiciliarios ocurridos en Bayamón y además fue acusado por cometer actos lascivos contra una mujer en la urbanización Forest Hills. Waldemar también fue acusado de violar a una mujer y cometer actos lascivos contra la hermana de esta. Por este caso Waldemar Martínez fue acusado a nivel federal de cometer un carjacking en el cual le ocasionó graves daños corporales a una de las hermanas.
El juez José Banuchi del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, encontró causa para arresto en su contra por cargos de agresión sexual, robo, escalamiento y violación a la Ley de Armas y le impuso una fianza de $347,000 la cual no pudo prestar por lo que fue ingresado a prisión.
El juez Rafael A. Villafañe del Tribunal de Bayamón declaró culpable a Waldemar Martínez Ortiz por Portación de Armas de Fuego sin Licencia, Portación y Uso de Arma Blanca, Disparar o Apuntar Armas, Agresión Sexual, Actos Lascivos, Robo Agravado y Escalamiento Agravado y lo sentenció a 201 años de cárcel.