Crimepod Puerto Rico

25 de julio de 1978

March 17, 2021 Armando Torres Season 1 Episode 43
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25 de julio de 1978
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El 25 de julio de 1978 se conmemoraba el aniversario de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.  Durante el discurso del gobernador, Carlos Romero Barceló, este anunció que había ocurrido un acto terrorista en el Cerro Maravilla en donde murieron dos jóvenes independentistas. Sin embargo lo ocurrido ese día en el Cerro Maravilla resultó ser uno de los peores actos de abuso por parte del Estado.

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Música de fondo: Sustained Light 1 by Daniel Birch,
                                       El Odio by Ilé Cabra & Ismael Cancel (Sony Music Latin)

Investigación y libreto por Zenaida Fernández

Edición: Armando Torres

https://www.youtube.com/watch?v=ifEjVutw7R8

https://es.wikipedia.org/wiki/Cerro_Maravilla 

https://minhpuertorico.org/index.php/noticias/55-noticias/5175-papo-coss

https://libros787.com/blogs/la-guarida-literaria/prohibido-olvidar-cerro-maravilla

https://www.latinorebels.com/2014/07/25/today-in-history-the-tragedy-of-cerro-maravilla-video/

https://www.youtube.com/watch?v=gcqEnbYBNdk

https://www.youtube.com/watch?v=6Bb07X_5l9o

https://www.youtube.com/watch?v=OklwCneJOtE

https://www.youtube.com/watch?v=jlZhHLSPyj4&ab_channel=primerahoravideos






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Saludos espero que se encuentren bien, todos los recibos sugerencias de casos criminales y eventos históricos para trabajar en este podcast. Uno de los casos que más me han pedido es el del El Cerro Maravilla. La complejidad de este evento y la gran cantidad de información y versiones que hay de del mismo, lo hacen uno muy complejo. Aunque siempre había querido hacer un episodio sobre este tema, no había podido sacar el tiempo para dedicarme de lleno a la investigación de este caso. Afortunadamente tengo un grupo de “patreons” y colegas que siempre están disponibles para colaborar conmigo y ayudarme en lo que puedan. Una de estas personas es Zenaida Fernández quien se dedicó a investigar los eventos ocurridos en el Cerro Maravilla. El episodio de hoy es posible gracias a su trabajo investigativo.

 Canción El Odio de Ilé

Qué el odio se muera de hambre
 Porque nadie le da de comer

Vamos juntos a romper
 Muros, barreras, y alambres…

Aunque le suene las tripas
 Aunque después se arrepienta
 Al odio no se le alimenta
 Ni se le da de beber

Hay que dejarlo que sufra
 Dejarlo que se sofoque
 Para que ya no exista
 Para que nunca provoque

 

El 25 de julio de 1978 se conmemoraba el aniversario de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. En esa época, este era un acto de gran visibilidad en la Isla en el cual el gobernador y otros líderes políticos del país ofrecían discursos y se efectuaban eventos artísticos y festivos. Este evento era uno muy concurrido en aquella época. En el 1978, durante el discurso del gobernador, Carlos Romero Barceló, este anunció que había ocurrido un acto terrorista en el Cerro Maravilla en donde murieron dos jóvenes independentistas. En su discurso, Romero Barceló describió a los policías como "héroes" porque, según él, detuvieron una supuesta misión terrorista de unos separatistas. de Puerto Rico. Según Romero Barceló y la versión oficial, esto fue lo que ocurrió ese día, fin de la historia. Es importante señalar que el gobernador es básicamente el Comandante en Jefe de la Policía 

Quiero que exploremos el trasfondo histórico de este evento hasta remontarnos al año 1978. El caso del Cerro Maravilla involucra principalmente a tres jóvenes: Arnaldo Darío Rosado, Carlos Soto Arriví y Alejandro González Malavé. 

 

Arnaldo Darío Rosadotenía 24 años en el 1978 y vivía en el residencial público Juan C. Cordero Dávila, mejor conocido como "Quintana", en la ciudad de San Juan. Arnaldo era autodidacta, era poeta y desde muy joven formó parte de diversas agrupaciones independentistas. Arnaldo estaba casado para ese entonces y tenía un hijo.  Desde muy joven la Policía de Puerto Rico siguió la trayectoria de sus actividades políticas. La policía tenía múltiples informes, o sea carpetas en su nombre, pero ninguna de estas carpetas lo señalaba directamente como participante de actos de sabotaje o de actos terroristas. Algunos de los informes policiales de la época indicaban que él tenía problemas mentales y emocionales. 

Por su parte Carlos Soto Arriví tenía apenas unos 18 años en el 1978. Carlos era hijo de Pedro Juan Soto, un reconocido escritor, periodista y profesor puertorriqueño cuyas obras fueron galardonadas con múltiples premios. En ese entonces Carlos era estudiante de escuela superior y al igual que Arnaldo Darío también era un joven independentista.

Alejandro González Malavé era estudiante de Ciencias Sociales en la Universidad de Puerto Rico y solía frecuentar la casa de Arnaldo Darío. Sin embargo, al mismo tiempo participaba en actividades ilegales siendo agente encubierto de la Policía de Puerto Rico. Alejandro había sido reclutado por Carmelo Cruz de la Oficina de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico en el 1973. Carmelo Cruz era el principal contacto entre Alejandro y la Oficina de Inteligencia de la policía. El recibía información completa y precisa de todos los actos que realizaba Alejandro como agente encubierto.  

En la década del 70’ había en la Isla un sinnúmero de frentes o movimientos de luchas sociales y políticas. El gobierno por su parte impulsaba la conocida ‘mano dura’ para enfrentar el crimen. Aunque la Constitución de Puerto Rico establece que todos tenemos el derecho a la libertad de expresión, el gobierno continuaba con la famosa práctica del ‘carpeteo’ la cual había iniciado unos años antes y la cual Esteban Gómez nos explicó muy bien en el episodio de Adolfina Villanueva. Para los que no han escuchado ese episodio aún, esta práctica consistía en fichar a personas u organizaciones con tendencias independentistas o nacionalistas manteniendo un archivo con toda clase de documentos e informes tales como información personal, récords académicos y bancarios, fotos y evidencia de reuniones o alegadas actividades subversivas. Cabe señalar que esta práctica de persecución por ideología política fue declarada ilegal como resultado del caso Noriega vs Hernández Colón resuelto el 21 de noviembre de 1988. Como consecuencia de esta decisión, se creó un proceso para entregar sobre 74,000 expedientes preparados ilegalmente por el Estado a las personas carpeteadas, y se creó un fondo gubernamental en el 1999 para asistir a algunas de las víctimas de las famosas carpetas. 

 El Cerro Maravilla es el cuarto pico más alto de Puerto Rico​ y se encuentra entre los municipios de Ponce y Jayuya​ al sur de la isla. En el Cerro Maravilla, se encontraba ubicada la antena repetidora de la estación de televisión Rikavisión.   En esa época este canal transmitía programas de mucha audiencia en la que participaban de artistas locales muy conocidos tales como Jacobo Morales, Wilkins, Sandra Zaiter, entre otros.

 El 21 de julio de 1978 Desiderio Cartagena Ortiz quien era el Superintendente Auxiliar de la Policía de Puerto Rico se reunió con Roberto Torres González en su oficina junto al comandante Ángel Luis Pérez Casillas para discutir asuntos relacionados a un supuesto atentado que ocurriría el 25 de julio.  En ese entonces Pérez Casillas dirigía la Oficina de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico. 

La División de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico tenía en la mira a Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado por pertenecer al Movimiento Revolucionario Armado. 

Juan Bruno González quien pertenecía a la Unidad de Servicios Especiales en la Oficina de Inteligencia, declararía más adelante que su función en ese momento era principalmente “investigar a individuos y organizaciones terroristas”. 

Temprano en la mañana del 25 de julio había una reunión en el estacionamiento del aeropuerto Mercedita en Ponce, en dicha reunión el comandante Pérez Casillas le dijo al detective de la División de Inteligencia, Miguel Cartagena Flores;

 “Hoy va a haber un acto terrorista en el Cerro Maravilla, esos muchachos no pueden vivos de allí”.

 Mientras esto ocurría Julio Ortiz Molina, quien había trabajado como chofer de carros públicos por 17 años, fue asaltado, secuestrado y tomado como rehén en Ponce. El asalto fue realizado por Alejandro González Malavé, el confidente de la Policía junto a Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví. El plan era llegar hasta las antenas del Cerro Maravilla, sabotear y quemar las mismas en modo de protesta por el encarcelamiento de los nacionalistas que atentaron contra el presidente Truman en el 1950 y por los que dispararon en el congreso en el 1954. Otra versión indica que ellos querían tomar el control de la estación para transmitir o leer un manifiesto en protesta por los eventos antes mencionados, sin embargo, Arnaldo y Carlos no sabían que su amigo Alenadro les estaba tendiendo una trampa.   Alejandro González Malavé había recibido la encomienda de llevar a los muchachos hasta el Cerro Maravilla. 

Cuando el auto del chofer llegó hasta el Cerro Maravilla, Había un grupo de policías esperando su llegada. En ese momento el auto estaba siendo conducido por Alejandro González Malavé. El agente José Manuel Montañez, había recibido instrucciones estando en el Cerro Maravilla de su superior Ángel Luis Pérez Casillas diciéndole;

“Cuando lleguen los muchachos dale un tiro a cada uno” 

 Los policías que estaban en el Cerro Maravilla arrestaron a Arnaldo y a Carlos y de inmediato comenzaron a darles una golpiza. En medio de la conmoción Alejandro González Malavé recibió un disparo en un dedo y de inmediato fue atendido por los agentes.

El sargento Nelson González Pérez, quien trabajaba en la División de Investigaciones Especiales, les ordenó a los agentes a que le dispararan a Arnaldo y a Carlos. El agente Luis Reverón Martínez, quien pertenecía a la Unidad de Arrestos Especiales, puso de rodillas a Arnaldo Darío Rosado. Arnaldo estaba llorando y pidiendo clemencia, pero el agente Reverón Martínez procedió a dispararle con una escopeta recortada que tenía matándolo en el acto.

Por su parte el investigador de la oficina de inteligencia de la policía Rafael Moreno Morales hizo lo mismo y acabó con la vida Carlos Soto Arriví.

Mientras todo esto ocurría, había varios empleados trabajando en la torre de Rikavisión. Estos empleados luego se convirtieron en testigos de este terrible acto. 

Años después, el agente Miguel Cartagena Flores testificó lo siguiente… 

“cuando llegué a la escena vi a cuatro oficiales de la policía apuntando sus armas a los dos activistas que estaban arrodillados delante de ellos. Entonces volví la mirada y escuché cinco disparos.”

Miguel Cartagena testificó también que el comandante Ángel Pérez Casillas les había dicho…

“estos terroristas no pueden bajar vivos de la montaña.”

 Miguel Marte Ruiz quien era técnico de Rikavisión dijo que los fiscales tenían la intención de encubrir lo que había sucedido. Miguel escuchó dos ráfagas de disparos y vio por una ventana a Carlos Soto Arriví aún con vida antes de ser ejecutado.

Modesto Delgado, quien era el ingeniero a cargo de las instalaciones del canal, presenció la toma de declaraciones juradas en el Cerro Maravilla por el fiscal de más alto rango en Puerto Rico, Pedro Coltón Fontán. Según su declaración, Coltón Fontán les indicaba a los agentes de la policía que no declararan ciertos datos ya que esto les hacía daño.  

Un agente de la policía llamado Jesús Quiñones, quien prestaba vigilancia preventiva ese día en la torre del Cerro Maravilla, declaró que también escuchó dos ráfagas de disparos. Los fiscales del caso no estaban de acuerdo este con dato. El agente Quiñones declaró además que el chofer le había comentado que Arnaldo y Carlos fueron pateados y golpeados por los otros agentes de la policía. Según se desprende de la investigación esta declaración fue emitida por el agente el 18 de agosto del 1978, pero luego fue destruida por el fiscal del caso. Daisy Torres, quien era la retén del cuartel de Villalba, declaró que luego de ocurridas las muertes, escuchó por el sistema de radio comunicaciones de la policía que le avisaran al superintendente.

  “díganle al superintendente que la misión fue cumplida, repito, díganle al superintendente que la misión fue cumplida.” 

 Al agente investigador William Rodríguez se dio la tarea de “suavizar” al agente Quiñones. Los demás policías mintieron sobre lo que sabían, siguiendo las órdenes de sus superiores al pie de la letra. El Secretario de Justicia, Miguel Jiménez Muñoz, ordenó que se cerrara el caso aun cuando se sabía que había serias irregularidades, omisiones, negligencia y que el personal investigativo no había hecho un trabajo riguroso ni competente. Antonio Méndez quien dirigió la Oficina de Inteligencia, encubrió los hechos durante 5 años. También se evidenció posteriormente que el fiscal Juan Brunet pudo haber solicitado la detención y el arresto de los jóvenes mucho antes del 25 de julio de 1978 y no lo hizo lo que daba a entender que hubo un entrampamiento. 

Luego del 1980, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico comenzó a hacer investigaciones y audiencias sobre el incidente del Cerro Maravilla. Se nombró al Licenciado Héctor Rivera Cruz para encargarse de la investigación. Estas audiencias son conocidas comúnmente como Las Vistas del Cerro Maravilla. Las vistas se extendieron hasta el 1992 y en un momento dado llegó incluso a testificar el exgobernador Carlos Romero Barceló ante los cuestionamientos sobre su conocimiento o su rol en los asesinatos del 25 de julio de 1978. 

La investigación realizada entre 1981 y 1984 en conjunto con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la prensa local, descubrió un complot para asesinar a Arnaldo Darío Rosado y a Carlos Soto Arriví y una posible conspiración para encubrir los hechos. El fiscal Héctor Rivera Cruz identificó a casi 40 individuos envueltos de alguna manera u otra en el caso del Cerro Maravilla. Entre estos individuos había oficiales, agentes, investigadores y otros miembros de la policía que participaron en la planificación, ejecución y posteriormente del encubrimiento del caso. 

 Como parte de la investigación, el chofer Julio Ortiz Molina testificó que dejó a los dos jóvenes vivos en el área de Rikavisión y que varios minutos después escuchó dos rondas de disparos. Julio Ortiz Molina fue el único testigo que declaró todo lo que ocurrió en el Cerro Maravilla sin la necesidad de obtener inmunidad.

Los asesinatos de Arnaldo Darío Rosado y de Carlos Soto Arriví en el Cerro Maravilla revelaron, entre otras cosas, la corrupción en el interior de las agencias del gobierno y una conspiración para encubrir evidencia. Se cree que estos dos jóvenes fueron escogidos intencionalmente por la Policía de Puerto Rico para llevarlos a realizar el acto en el Cerro Maravilla con la asistencia del agente encubierto Alejandro González Malavé. 

Los asesinatos de estos dos jóvenes ejercieron una gran presión pública para que se hicieran revisiones de las pruebas y los procedimientos de las primeras investigaciones de este caso. Como resultado de las investigaciones posteriores, hubo traslados, degradaciones de puestos y renuncias entre oficiales de alto rango en el Departamento de Justicia de Puerto Rico. Se procesaron a oficiales de la policía por perjurio, destrucción de prueba y obstrucción a la justicia. Cuatro oficiales de la policía fueron acusados de asesinato en segundo grado. 

 El 29 de abril de 1986 el agente encubierto de la policía, Alejandro González Malavé, fue asesinado con tres disparos frente a la casa de su madre en la ciudad de Bayamón, dos meses después de haber sido absuelto. Hasta el día de hoy, el asesinato de Alejandro González Malavé sigue sin ser esclarecido. 

 Quiero que escuchen las palabras de Nelson González Rodríguez, uno de los agentes de la policía que resultó convicto por los asesinatos del Cerro Maravilla y quien fue liberado en el 2008 ante las preguntas de la periodista Rosita Marrero de Primera Hora.

Según un artículo de Primera Hora publicado el 25 de julio del 2014, Manuel Rosado Rivera, hijo de Arnaldo Darío Rosado, habló sobre los sentimientos que todavía alberga por la muerte de su padre en el Cerro Maravilla, lugar el cual algunos se refieren hoy día como el Cerro de los Mártires.

"Pasan los años y cada vez que voy al cerro todavía trato de imaginarme lo que pasó allí. Me pongo a pensar en ellos, en esos últimos momentos de sus vidas." Refiriéndose "Mami siempre le decía a papi que tuviera cuidado con González Malavé, que no confiaba en ese tipo."

El caso del Cerro Maravilla ha sido ampliamente documentado en Puerto Rico incluyendo en varios libros como por ejemplo “Dos linchamientos en el Cerro Maravilla: Los asesinatos policíacos en Puerto Rico y el encubrimiento del gobierno federal escrito por el periodista Manuel “Manny” Suárez. También ha servido de inspiración para varias canciones como la que presenté al principio del episodio y se han publicado un sin número de reportajes y especiales sobre este caso. Es prácticamente imposible contar o explicar todo lo que sucedió antes durante y después de los asesinatos del Cerro Maravilla en un episodio de un podcast. Espero que este resumen del caso les sirva para despertar su curiosidad sobre estos eventos y para que nunca olvidemos los nombres de Arnaldo Darío Rosado Torres y Carlos Soto Arriví.

Este episodio fue escrito por Zenaida Fernández en colaboración con Armando Torres.

La canción “El Odio” pertenece a Sony Music Latin. Interpretada por Ilé y escrita por Ilé Cabra e Ismael Cancel.